A veces siento que no te merezco
y me prometo cambiar.
Pero como un grémling después de las 12,
me ducho y salgo a cenar.
Opositando a cirrosis
logré plaza en tu colchón.
Y se activó el Tamagochi
que llevo por corazón.
Y cómo hacerte comprender
que tú eres la primera.
Será que no te enteras…
Que me sirven todas pa’ una vez
pero sólo una para todas las vidas
que aún me quedan.
Yo por ti mi espada empuñaré,
tú eres mi mosquetera.
Últimamente ya no fumo en la cama
pa verte en mi dormitorio.
Hasta he cambiado la foto de Batman
por la tuya en mi escritorio.
Ya sabes que yo te llevo
al cielo que tú me pidas.
Ya no temo alzar el vuelo.
Tu cuerpo es mi biodramina.
Será que no te enteras.
Y aunque tenga la espalda repletita
de arañazos de Miladys
Y cardenales Richelieu.
Si tú me pides para reyes
yo me dejo la piel.
A ver si así te enteras…