COMO UN HOMBRE
Tú no eres feliz,
te dije, estás muy rara,
y te echaste a reír
en mi puta cara.
Y así empezó el calvario
que asumo por idiota.
Con la miel en los labios
vivo escupiendo moscas.
No tengo lo que hay que tener
y si lo tengo siento
que jamás es suficiente.
No me da miedo perder,
me da pereza ser valiente.
¿Cómo coño supera tantas cosas la gente?
Quiero que lo sepas, guardo los recibos
de cada promesa que jamás hemos cumplido.
Quemaré las letras que aún no te he escrito
con el nombre de los hijos que nunca tuvimos.
Mira tú por dónde mi ansiedad me grita
que sólo se excita con lo que mi alma le esconde.
Si mi lado femenino se rompe,
quizás aprenda a llorar como un hombre.
“Necesito huir hacia ninguna parte”.
Pues te va a perseguir, grité, tu puta madre.
Y la ciudad me escupe
sólo melancolía
como en las pelis cutres,
esas del mediodía.
Fue nuestra historia una canción
con una melodía que sin querer
se te engancha.
Cupido perdió el ritmo y ninguno pidió revancha.
Antes del estribillo se enfrió la venganza.
Quiero que lo sepas …
Puede ser, qué más da, ya da igual.
Si ya sé que jamás volverás.
Déjame.