12 – NO TE GUARDO RENCOR

Me tendría que haber follado a tu prima
el día en que se me insinuó en aquel bar,
tener el valor de mearme en la pica
cada vez que me decías “ojo con salpicar”.

Mezclar ropa blanca con la de colores,
bostezar cuando me hablabas de antiguos amores,
gritar que tus amigos parecen piojos,
¡que sí, que te hace gorda ese vestido rojo!

Merezco estar oyendo que
me dejas porque te has enamorado de
un tío que tú sientes que es peor que yo.
Y es que la culpa es mía, no te guardo rencor.

Yo me lo busqué, basta de melodrama.
Te vendí que era un santo y buscaste un cabrón.
Fui yo el que conté que eras buena en la cama
cuando seguro hay muertas que se mueven mejor.

Que adoro a tu sobrino pero no es buen delantero,
que entre tu padre y yo no sé quién es más putero,
que si te echan de seis curros ya no es mala suerte,
que lo tuyo es roncar y no respirar fuerte.

Merezco estar oyendo que …

Me gasté demasiado dinero en regalos.
Elegiste el color de todas las cortinas.
Cómo voy a borrar tu nombre tatuado.
Me tendría que haber follado a tu prima.

Merezco estar oyendo que …

Sé feliz con el otro, ojalá que os caséis.
Quédatelo todo menos la Play.

11 – LA TONTERÍA

Vamos a apartar un rato la melancolía,

a ver si de una vez se nos va la tontería. 

Y nos dejamos de joder con tanto miedo

y tanta culpa. 

 

Porque empiezo a sospechar 

que a la gente le gusta

revolcarse en los problemas 

y quedarse con lo malo.

Como si errar no fuera algo humano.

Nos merecemos avanzar.

 

Yo no voy a parar hasta que sepas que te necesito.

Y si hace falta, amor, te lo suplico.

Cariño, me tienes que perdonar.

Tú sabes que en el fondo soy buen tipo.

Venga, merezco una oportunidad.

 

No pienso engañarte, hermosa, tú no eres perfecta.

ni la línea del amor es mejor cuando está recta.

Pero sé que te emociono y te mereces que proclame

que a tu lado el universo es un lugar menos infame.

 

Odio estos tiempos 

patéticamente correctos

en que todo es pulcro, sano y sin errores,

si los amores no lo son.

 

Yo no voy a parar hasta que sepas que te necesito …

10 – PRECAUCIÓN

 

Pongamos que te pongo,
no hay otra explicación.
Qué torpe es el deseo,
qué absurda la razón.
Aquí ya lo de menos 

es doblarte la edad,
no me partas por la mitad.
Si te vienes conmigo, dijiste, 

te haré enloquecer.
Perfecto, cariño, nunca estuve cuerdo, 

lo soportaré.

Y es que a nadie le importa una mierda
si llevo en la izquierda mi corazón.
Tengo la mente estrecha
y mi parte derecha
siempre me aplasta la intuición.

¿Dónde fuiste anoche?
¿Dónde estaba yo?
¿Quién cojones era el tipo que llamó? 

Nadie dijo que esto fuera a ser amor.
¿Dónde fuiste anoche?
¿Dónde estaba yo?
¿Quién cojones era el tipo que llamó? 

Tú mascaste la tragedia,
él la escupió.

Pasaron dos añitos de bonita mentira 

donde tú aprendiste a no ser tan feliz.
Yo me saqué un máster en jodernos la vida,

a juego con la cicatriz

que me hizo el puñal de tu lengua dentro del pantalón.

La disimulo con un tatuaje que pone “precaución”.

 

Y es que a nadie le importa una mierda …

Te cambiaría por cualquiera
que besara como tú.
Escaparía con la primera
que escupiera juventud.

9 – REINA

Despierta sudando.
Salta de la cama disimulando.
No quiere alterar ni un segundo
la paz de palacio.
Sale del cuarto en silencio.

Se enciende un cigarro.
Abre una botella de un whisky barato
que se hizo traer a escondidas
para recordar el aroma de una vida
que está empezando a olvidar.
Y se sorprende al desear…

Que la llamen reina, 

sólo cuando un amor
la atrape en el colchón
y le tiemblen las piernas.
Qué extraña es la verdad, 

en su sueño al final
despierta la princesa.
Hoy que todo es tan real, 

quizás no le interesa.

Le duele el desprecio
que siente en la mirada 

de quienes critican.
Y busca en el vaso el reflejo 

de su propia cara;
tiembla al verse de niña.

 
El mundo no sabe
lo mucho que cuesta ser diferente.
Y le hierve esa sangre tan roja 

que la hace vulgar.
Y ebulle el caos de repente
hasta hacerla quebrar 

y luego, en llantos, 

fantasear con…

Que la llamen reina …

 

Y así se lo imagina este cantautor
en un delirio de empatía.
Mientras ella supera 

su crisis de terror
y vuelve a su rutina.
Cumple una misión.
Sabe que es un error 

cuando alucina con…

Que la llamen reina …

8 – ALGO QUE TÚ NO SEPAS

Cómo me gustaría 

contarte algo que tú no sepas. 

Ser el protagonista 

de las historias que te desvelan. 

Darle una patadita a tu corazón 

cuando no calienta. 

Cómo me gustaría 

contarte algo que tú no sepas. 

 

Pero el duende se me escapó. 

Se fue de viaje 

y me dejó una canción,

pero faltaba una frase. 

Y no me inspiran, que no, que no,

ni los quejidos de tu colchón, 

ni los piropos que aún no te canto. 

Lerele… 

 

Yo fui de marinerito a tu comunión 

y de verdugo a la ejecución 

de los besos que no me dabas. 

Lerele…

Y aspiro a ser un problema para tu piel, 

que no resuelvas sin aprender 

que no compensa que no me quieras.  

 

Pero cómo me gustaría 

contarte algo que tú no sepas. 

Ser el protagonista 

de las historias que te desvelan. 

Darle una patadita a tu corazón 

cuando no calienta. 

Cómo me gustaría 

contarte algo que tú no sepas. 

 

Pero qué le vamos a hacer. 

No soy adivino, 

nunca sé si tú estás bien 

ni cuál es el camino. 

Cuando me amas mansa y feroz, 

tiemblan las manos de mi reloj.

Se para el tiempo y si te marchas,

me paro yo. 

 

Yo fui de marinerito a tu comunión …

 

Yo soy el mendigo de tu portal, 

tú la marquesa que no me da

ni la moneda que dio de vuelta 

tu soledad. 

 

Yo fui de marinerito a tu comunión …

 

Cómo me gustaría 

contarte algo que tú no sepas.

7 – NIÑO VIEJO

Me encantaría decidir 

mi suerte con una moneda, 

pero soy más de escribir 

pros y contras en la tierra. 

 

Hasta que llega el chaparrón

y me la pela el dolor. 

Me camuflo con el barro 

y pongo rumbo al rocanrol

canturreando algún bolero. 

 

Yo siempre seré un niño viejo. 

Siempre dispuesto a aprender, 

siempre muerto de miedo. 

 

Acostumbrado a frecuentar 

la noche como compañía, 

busqué un amor en cada bar,

y en los puertos, melancolía. 

 

Pero no supe dormir

sin encender una luz

y aprendí a escribirme cuentos 

para que los cantes tú,  

mientras me abrazas en sueños. 

 

Yo siempre seré un niño viejo …

 

Y sin más bastón que un juguete

aprendí a crecer. 

Volviéndome loco hasta comprender 

que sólo soy lo que siento. 

Y por fin logré olvidarme contigo de mí. 

Y aspiro a ser libre hasta sonreír.

Como un bebé con su abuelo, 

volando cerca del suelo. 

 

Yo siempre seré un niño viejo …

 

6 – CAPULLO TONIC

Le conocí de noche 

en una fiesta muy loca. 

Llevaba el móvil en el cinturón, 

tenía cuenta en Forocoches,

siempre torcía la boca

y conducía un Ford Orion. 

 

Era un megacuñado 

que opinaba con firmeza 

de cosas que no lograba entender. 

Pajillero diplomado en el chat de Terra,

Larios era su ginebra, 

y su tónica, Schweppes. 

Llamaba “coleguita” a los dependientes 

y “panchito” a cualquiera del sur. 

Y en los chistes de Torrente no reía

por lo mismo que tú. 

 

Capullo Tonic 

 

Casi no le reconozco 

al verlo este verano

en un mercado medieval de Benidorm. 

Ahora es hippy, 

antivacunas, vegano, 

y se gana la vida como coach. 

Se relaja con mandalas, 

ya no habla de chavalas:

son compañeras de lo espiritual. 

pero si sube mal la mezcla de tofu con seitán 

manda fotos por privado 

de su polla en Instagram. 

Para tomar ginebra utiliza un jarrón 

y le echa lo que encuentra por ahí,
rúcula, pimienta, diez pepinos 

y hasta un puto bonsai.

 

Capullo Tonic

 

Ahora tiene una afición 

tres veces por semana, 

dice que cocina cerveza artesana. 

Y sin escrúpulos, distingue lúpulos 

y se siente un samurái,

una especie de mezcla 

entre Arguiñano y Walter White.

5 – SOPORTARLO

 

Bien, será mejor callar. 

Tanta mediocridad 

nos está devorando. 

Sé que no vas a cambiar 

y si yo no lo hecho ya

no sé por qué diablos 

seguimos gritando. 

 

Tus maneras de odiar

sonriéndome al mirar

con todo tu desprecio.

Y mi arte para callar

deseándome escapar

insultándote en silencio.

 

Me acusas de perder tu juventud, 

de entregarme el corazón 

y no saber cuidarlo. 

Si nadie va a quererme como tú. 

Tienes que comprender, amor,

que yo podré soportarlo. 

 

Los caminos del placer

no acaban en un somier

ni son inescrutables.

Queda bien disimular 

fingir que nos da igual

pero el sexo nos tira 

y nos sentimos culpables.

 

Siempre gritas “se acabó”

y yo pienso que ojalá

pero siento que es mentira.

Y dudo entre llorar,

besarte o empezar

de cero en otra vida.

 

Me acusas de perder tu juventud …

 

Y tengo claro que así no, 

que no compensa nada tanto.

Pero susurras “mi amor,

quizás puedas soportarlo”.

4 – LOS REYES DEL MUNDO

Se conocieron en París 

en un viaje de estudiantes. 

Juan venía de Madrid

y Gerome era de Nantes. 

 

El francés era un motor

moviendo sus manos al viento. 

Aplastado en su pudor, 

Juan le admiraba en silencio. 

 

Y una noche por fin 

en una fiesta con amigos, 

Gerome le dijo “te vienes conmigo”

y se fueron a bailar. 

Y al besarlo en la noche parisina, 

notó el francés al español temblar 

Y le dijo “tranquilo,

porque… 

 

Somos los reyes del mundo 

cuando estamos juntos. 

No dudes ni un segundo 

porque yo te juro: 

somos los reyes del mundo 

cuando estamos juntos,

que sepas que nadie nos parará. 

 

Fueron dos meses de pasión, 

de caricias desmedidas,

aplazando el estupor

que anunciaba la despedida.

 

Un día Juan se echó a llorar. 

“Gerome, mi amor, soy un cobarde. 

Tengo una novia formal 

con la que debo casarme.” 

 

Herido, el francés le dijo

“No voy a juzgarte”

Tú sé feliz yo intentaré olvidarte 

y no le fue a despedir. 

Y en el avión lloraba Juan leyendo

una postal que Gerome le escondió

en la que había escrito.

 

Somos los reyes del mundo  …

 

Pasaron quince años o más.

Gerome se había separado

y tratando de olvidar

se autorregaló un verano.

 

Ardían la sangre y los pies

por las aceras de julio.

Olía Madrid a birra y miel,

eran las fiestas del Orgullo.

 

Y paseando por Chueca

alguien le agarró del brazo.

“Hola, soy Juan” se dieron un abrazo

y se echaron a llorar.

“Te presento a Luis que es mi marido,

te vienes con nosotros a cenar,

amigo, hemos de celebrar que…” 

 

Somos los reyes del mundo …

3 – COMO UN HOMBRE

COMO UN HOMBRE 

 

Tú no eres feliz,

te dije, estás muy rara, 

y te echaste a reír 

en mi puta cara. 

Y así empezó el calvario 

que asumo por idiota. 

Con la miel en los labios 

vivo escupiendo moscas. 

No tengo lo que hay que tener 

y si lo tengo siento

que jamás es suficiente. 

No me da miedo perder,

me da pereza ser valiente. 

¿Cómo coño supera tantas cosas la gente?

 

Quiero que lo sepas, guardo los recibos  

de cada promesa que jamás hemos cumplido. 

Quemaré las letras que aún no te he escrito

con el nombre de los hijos que nunca tuvimos. 

 

Mira tú por dónde mi ansiedad me grita

que sólo se excita con lo que mi alma le esconde. 

Si mi lado femenino se rompe,

quizás aprenda a llorar como un hombre. 

 

“Necesito huir hacia ninguna parte”.

Pues te va a perseguir, grité, tu puta madre. 

 

Y la ciudad me escupe 

sólo melancolía 

como en las pelis cutres,

esas del mediodía. 

Fue nuestra historia una canción 

con una melodía que sin querer 

se te engancha. 

Cupido perdió el ritmo y ninguno pidió revancha. 

Antes del estribillo se enfrió la venganza. 

 

Quiero que lo sepas …

 

Puede ser, qué más da, ya da igual. 
Si ya sé que jamás volverás.                    

Déjame.